domingo, 6 de noviembre de 2011


Cuando voy por la vida siempre trato de descubrí las manías del mundo,  de las personas y las mías, creo que lo  como me dijo una vez alguien el verdadero folclor no esta las tradiciones sino en las personas mismas,  eso que le da verdadera  vida a los países  o incluso al mundo donde cada quien vive, es la forma en como la gente se representa, se concibe, busca, experimenta y se muestra ante el mundo como es, yo me considero coleccionista de personas y no porque me las robe y las tenga escondidas en baúles en mi casa, sino que trato de recordar a las personas con sus peculiaridades y sus formas de vivir,  donde corro todas los días ahí vive una niña con su papá, ellos viven en la caseta de policías del lugar lo que me sorprende es lo contento cuando  ella me dice que vive en un jardín, el carnicero que está cerca de mi casa siempre tiene un humor que se mezcla con su embriaguez,  nunca me ha vendido lo que le pido sino lo tiene a la mano, puedo decir que he probado diferentes cortes y carnes  que no sabía que existían,  cuando tenía más tiempo y era más ociosa me gustaba ir a las exposiciones de arte, no a ver el material artístico sino a las personas, me acuerdo de un vagabundo que iba ver las pinturas, tomaba notas, miraba los detalles de los retratos, del señor del suéter verde, del cabello chino y su forma de vivir bajo su propia forma de vivir, del mesero de bigote donde estuviera el siempre me llevaba copas de vino, del antropologo, de las chicas del cabello morado, del hombre que dibuja en el centro, del  hombre que toca su flauta en las plazas y tiene un sombrero lleno de pintura, de la mujer que toca el violín, de los músicos que suben al camión y  expresas frases como las heridas que tienes en cuello nos han triado buena suerte, de mis amigos son parejas bi-raciales, aquellos hombres que conocí porque tenían una biblioteca, de los señores en la bicicleta que me enseñaron a repararla, destrabarla y incluso realizar parches espontáneos para llegar a casa, siempre me acordare de todas esas personas que caminan a mi lado mostrándome su lado rudo, o confuso, o de la gente como el señor de los tacos que antes me da miedo,  de los músicos, las cantinas de mala muerte y todo el colorido que representan, yo también tengo mis manías como siempre tener centavos,  caminar por ciertas calles aunque este oscuras y lejanas y ir a mirar al juan del jarro por creencias personales que suelo guardarme solo para mi,  eso es lo que realmente me gusta, es como las personas se van construyendo así misma y le van dando un toque personal a sus vidas, solo hay que entrar algún cuarto o mirar la vestimenta de una personas, nunca serán  o se verán igual, aunque sea el mismo espacio o pieza