El delirio siempre ha sido parte de mi existir, me llegó con una bocanada de aire y con 18 miligramos de ansiedad, de sueños perturbados, mirada que no existían y con el deseo incluso por una pasión aislada, pero nunca había sido tan alterante que me moviera los ojos y destruyera mi percepción, me hiciera sentir que el mundo se puede corromper y  las mareas son parte del análisis de esta vida.
Hoy o ayer, en mi delirio he perdido la capacidad de percibir el tiempo, de aceptar los adioses y de morir en lidocaína de haberme provocado la perturbación mental, he descubierto cosas que había perdido  es como si el mundo se volviera escuchar con esa canción vieja,  el mundo, es un viaje y es maravilloso,  algún día nos hallaremos con las miradas distintas, a lo mejor menos perversos más amantes de las insalubridades,  nos volveremos a ver en una casita de ensueño o en los laberintos de una ciudad perdida.
 No somos de papel ni mucho menos de tinta,  nuestra personalidad no la divide el agua sino los fluidos mentales. Potasio o sodio, o quizás hace mucho tiempo que  deje de construir esas ideas

¿qué ha pasado en el mundo de los sueños?

He mirado dentro de mí, otra vez he encontrado el surco por donde cabe una historia, el hueco donde mis ideas se vuelven de azúcar y con ellas encuentro la eternidad de un segundo, ese segundo me vuelve a ser sentir, las miradas  están ahí, las gotas de lluvia se delatan por su suavidad, la lluvia en círculos me hace pensar en el universo que cree en el patio de su casa, hoy no te veré, y creo que ya no lo hare mas....

Quiero tener la mirada de agua, no ser de madera y no tener miedo a los ladrillos que no construyen nada, tampoco deseo conocer el hemisferio que controlé las huidas, me gusta sentir la calidez del viento en los labios,  sentir el sabor de la madera, en los dedos, descubrí como se mira un pequeño silencio que se encuentra oculto en los ojos de los extraños, donde estarás, ayer ya no te vi, las huellas de adiós se quedo sin plumas , todo gira sobre las palabras, hay vació en las voces, no deseo, solo circunstancias,
 solo quiero preguntarte ¿Por qué es así?