sábado, 27 de diciembre de 2008

El final se volvió disperso, se acaba otro año, este fue diferente a todos los anteriores, yo lo veo como la descontruccion de mi ser, aquel callado y ambiguo material con carga de nostalgia, obsesionado por la soledad, para encontrarme con aquel que admira los instante y recuerda los fluidos con dulzura, aquel personaje que se irió con la fuerza del destino y lastimo con la ironía del aire, aquel que perdió su masa corporal y la sensación de cuidado, aquel que dejo de ser opaco para volverse azul de emociones, y que tiene un moretón del tamaño del adiós, dono su sangre al silencio para que este se hiciera morado, ya no sabe que pasa, ni entiende que siente, solo recuerda que el aire es tan transparente como su mirada que no mira sino que se ausenta con el suspiro de lo salado.

Pero, la bruma del sabor de la ansiedad, de la mirada que no retuerce el equilibrio entre sus componentes humanos, esa sangre y esa bacteria de memorias que le aplastan las ilusiones y le recuerda que la realidad es un bálsamo de situaciones que no siempre hace sonreír sino que a veces nos hacen callar.

Hoy es tiempo de callar las obseciones y el dolor fantasmal del pasado, es tiempo de quebrantar las leyes de la física y la realidad para crear el recoveco de lo insospechado, para crear la ausencia de la carencia de la imaginacion, es el momento de enfrentar el dragón y la ruptura de la emociones, es el momento de partir del interior...

o sabe, solo hay que seguir en la búsqueda del recuerdo de la mirada silenciosa

sábado, 20 de diciembre de 2008


Después de haber devorado mil veces la misma máscara, el recuerdo se volvió absoluto, la nostalgia, el deseo y las letras dejaron de ser opacas y la desconstrucción del muro de la ansiedad comenzó a escurrir entre las paredes de la vaguedad para dar comienzo una idea muerta,  su sentido de la vida se evapora como tierra en el cerebro, fue  impulsos de sentidos, el mundo se bombardeo a él solo, la misma mirada de ansiedad recorrieron los callejones, suturas mal hechas y recuerdo adversos, nadie podía constituir el caos en sí mismo.
     Imaginarse en una burbuja de ideas, lo hicieron corromperse entre los extraños de cabellos dorados,  fue como arrancarse la ideas por los ojos, destruir cada pedazo de mirada para darse cuenta que la percepción es una cosa espantosa. No tiene el sentido habitual de la nostalgia, la percepción devora ríos y mata deseos
imaginarte que era el sentido,  la sensación de descubrir cosas en nuestro camino oscuro, en donde nos dimos cuenta que no éramos seres que no entendían a la realidad.    La mirada emanaba locura, Y  el silencio pesadez, la locura de crear sentido a una realidad que no es nuestra, una realidad que le inventamos el nombre de mundo, esa realidad que aparecía como polvo en la mirada que no nos dejaba soñar nos mataba lentamente como un impulso inmaterial, como el sueño del adiós, era una realidad que pintaba viveros y laberintos mágicos, una realidad que nos desconcertaba y al mismo tiempo no tenía sentido, era la realidad más absurda que pudimos crear, una realidad
 donde existe el destino, donde los seres son universales y no mira más allá de su egoísmo, donde el silencio se expande como una fruta dorada y la mirada de justicia no existe, es el universo de gusanos ciegos y sordos, que no se cansan de ser alimentados con la perturbación de las ondas sonoras, esa realidad que experimenta con el deseo,


¿dime qué demonios es la realidad?

martes, 9 de diciembre de 2008


el ruido de la armoniosa locura me despertó entre los arcoíris y las series de ciencia-ficción, ahí encontré habitantes dorados y camiones amarillos de resignación, iban silencios entre la locura del aire, y la molesta avenida del caos, ellos caminan entre la nocturna violencia y la sabiduría de la velocidad, se pierde como detractores y guerreros de la realidad, ellos roban la vida con pedazos de miedo y la rapidez de una ilusión, son mentirosos en esencia y no les importa perderse en la clandestinidad para robarse el aliento de la vida.

Esos habitantes de mundos dispersos violan sus ideas en busca de venganza, pero es solo el eso de una llama que no caliente sino que arde y traspase las líneas del viento, sus ecos rompen las lavas y las construcciones simbólicas, nos saben de existencia, pero están consientes que en un segundos de descuidos pueden llevarse entre sus colores la calidez de la vida.

Esos trasgresores de moléculas y materia, buscan el recuerdo de las células para construir de nuevo el camino de la sensibilidad.

¿Donde se encuentran esos seres de piyamas amarillas de vidas rojas?

sábado, 6 de diciembre de 2008



A veces como hoy el cielo se vuele violeta, y la vida ruin, pero  es necesario perder ocasos, encontrar circunstancias, beber confusión y no saber nada del dolor de las entrañas y las huidas del silencio, no bastaba con soñar,  era necesario partir en la búsqueda de la traición de los ideales para romper con la costumbre y lo establecido,  era necesario tragar la tierra y dejar que ella nos consumiera con su sola fragancia de soledad,  a veces no bastaba con sonreír sino había que llorar, a veces solo bastaba quedarse cayado ante la resignación y olvidar, nada más olvidar el olvido