Todo era tan violenta, el sonido desbarato mi impulso de seguir corriendo, ese asco que sentía por dentro me llevó a consumir tantos destellos posibles de ignorancia, no eramos ni humanos ni teníamos la intención de serlo, bebedores que no consumaron ninguna operación matemáticas, no tenia sentido nada lo que pensábamos ya no dolía, pero nos había dejado marcas en la piel, dicen que eso se nota a la distancia, como fingir que no teníamos miedo, cuando todo era miedo, la forma de expresarnos, tuvimos que aprender tantas cosas para dejar de sentirlo y que ya no nos importaba, fumos detractores, chicos espaciales, los vagabundo que dormían en jardines cuando la noche cálida nos escupía con fuego en el rostro, no fuimos cobardes, jamas nos detuvimos a mirar el pasado y quizás por eso nos rompieron por dentro, pero ahora estamos aquí ya no nos vemos, porque implicaría recodar las cosas que nos pusieron tristes, pero siempre existirá nuestra amistad.
lunes, 28 de enero de 2013
martes, 22 de enero de 2013
Alguna vez le creí a Marx, Engels , y al que al escribió el señor de las
moscas, alguna vez le creí al mundo que
me podía mantener a salvo con solo desearlo,
como si los deseos fueran leyes universales y con solo pensarlas las
atraeríamos, alguna vez creí tener la razón,
me daba miedo ser en serie porque me asustaba la igualdad y un día
descubrí que no existe personas parecidas, el mundo no los puede hacer iguales,
además para cambiar el modo en como
vivimos todos debemos ser uno, sino la realidad en la que coexistimos seguirá
siendo la misma, me conflctuan leer sobre ciencias porque me parece
irreversible que el espacio que conozco vaya desaparecer, creo que cuando eres
consiente de tu mortalidad logras entender la importancia de la vitalidad, de
la respiración, de la sensación de estar vivo y no quieres pasar frente, que la
sociedad donde vives se robe el modo en como construyes recuerdos, porque
siempre podrás salir andar en bici, construirás aquellos mundos que solo tu tienes en la
mente, deje de leer periódicos con el
mismo deseo que alguna vez quise escribir en ellos, porque tengo la necesidad y
las ganas de escribir todo el tiempo, en
cada imagen del mundo me imagino una historia, pero ese mundo real me parecería demasiado
siniestro que no tenia deseo de reproducirlo
Alguna vez le creí a Sartre, a Damián, al
moustro que vive debajo de mi cama, a fausto y dante, a los fantasmas de mi pasado que no me
dejaron sonreír por mucho tiempo, dicen que se me rompió el interior yo misma
sentí como el ácido se diluyo en mi cuerpo. Alguna vez pensé nos seria capaz de
dejar de estar triste, ese mismo día descubrí que las sonrisas siempre
aparecerán así como los girasoles me recuerdan mi infancia, la locura el modo
en como crecí, siempre me han dado risa
mis finales inesperados y la sensación que cuando tengo una relación lo hecho a
perder siendo demasiado sincera, no
quiero un padre sino un amigo que le guste aprender a descifrar el mundo
conmigo, eso de tratar de ser funcional
es solo por el dinero, nada más, ahora
ya no sé en que creer, pero me gusta conocer que es lo demás creen,
Alguna vez le creí a los fascistas y
me di cuenta que era muy fácil ser uno, ser terco no es una cualidad, me gusta
mucho la ideas de ser capaz de decir muchas cosas con palabras, quiero volver a
sentir lo que es creer.
Por eso ahora no le creo a nadie
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