Del ruido que habito al mundo

De extraños y recovecos esta llena la habitacion de ella, paredes de laton y miradas de ensiedad, paredes verdes y agujeros de homigas que sonrien con la curisidad de la vida, paredes donde el miedo se funde con su personalidad, son hombres llenos de venas y mirada que no entienden el exilio, pero viven en la guerra constante, la guerra y la extraordinaria noche, no saben a que huele las extrellas pero desean tener luciernagas, no desean perderse entiende que si ausentan es cuestion de sonreir y recordar, son amantes del dolor porque la unica costumbre que conoces, estan obsesionantes con permanecer vivos, aún sabiendo que la muerte esta tatuadas en su miradas, en  toda en su iris, camina en por donde estan ellos, por su respiracion, en la constacias de sus vidas, quizas ellos sepan como vivir sin la respiracion cortada.