domingo, 8 de marzo de 2009

El camino de piedras se hizo mas estrecho y ruidoso cuando la lluvia cayó lenta, que opaco el sonido del rió que curiosamente salia del desierto, era un pequeño goteo de agua verde y piedras cafés, que nerviosamente cuidaban las espinas del lugar, un lugar donde se sentía la corriente del aire tibio pero la frescura del mismo en las plantas de los pies que constantemente chocaban con espinas, algunas quedaron atrapadas entre las uñas de mis pies, otras en mis manos y las mas pequeñas en mi sien. Era como si un enjambre de cactus, atravesaran mi cuerpo mientras meditaba en la hierva agridulce que provenía del cerro, ese cerro dejaba de ser cotidiano, tenia aberturas y caminos de barro, mujeres de piedras y hojas de mármol, cascadas ficticias y otras extraordinaria que subirlas consistía en dejar la mitad de tu sangre entre espinas y sudor, caminamos llenos de arena, un tanto roja y aveces cafés que se perdía en el color de mi piel

Una pequeña casa de piedra nos cayó de sorpresa entre el cerro que dejo de ser lineal para agarrar un forma que no supimos analizar.

El aire caía en círculos en mi rostro, la gotas verdes de ansiedad se movían en las rocas entres mis pies como un sonido peculiar, distante que emanaba un color extraño como a naturaleza expuesta a las espinas y venas de mis cuerpo se sentían dañadas por el constante lucha,
ahora mi cuerpo lucha por la fiebre y el recuerdo de las piedras amarillas, que no recuerda si era de formas abultadas o de anguladas.

1 comentario:

BrendaMoon dijo...

Ps stuvo chido, no?