domingo, 31 de mayo de 2009

Un lugar

Estaba sonámbula y con los ojos grises y la materia de mi vida en constante deteriodo, fue cegante y ruidosos, no entendí, desperté y la lluvia había comenzado a caer entre espasmos me levante llena de bichos en mi mente y mis labios, recorrieron cada fragmento de mi piel, depositaron sus huevecillos descubrí que me gustan las catarinas tanto como el sabor helado de una paleta de vainilla, me gustan el aroma grisáceo de las flores y el temor de la densidad, tenia miedo, un miedo cristalino, pero recordé lo que era soñar mientras la costillas se rompen y me decostruyen.
Medite un segundo pero fue peor, yacía mi cuerpo sin forma en una carreta de girasoles y en ella estaba mi solitario fantasma cubierto de una sustancia rara, era la mujer de aire, la la mujer sin música, como perdí mi componente sonoro, como perdi mis idas y como perdi mi instinto de creación, estaba cubierta de flores amarillas, flores que me quemaban, me hacia pequeña y me devoraban, tenia miedo, pero estaba en un sueño pero no estaba dormida visitandome, , estaba llena de hombres fantasmas, en otro estado, en un estado intermedio, estaba flotando entre el hilo, estaba llena de fantasmas, hombres del pasado, estaba con ellos, no tenia rostro, no tenia idea de lo que representaban en mi, no sabían hasta que punto los quería en mi, pero estaba quitan dome las flores amarillas no quería que ahogara mi ideales en ningún tinto o fragancia desconocida quería que plasmara agunas triangualares, recuerdo horizontales y dolores punsantes que no fueran capaz de construir nada, quería volver a escribir eso sin palabras y sin la idea de, sin ser inconsciente, quería transformar un poco mas mi cuerpo en algo diferente
Y que descubro lo que realmente estaba sintiendo, era un deseo reprimido, un deseo inconsciente, el deseo de encontrar a Juan del jarro en Zaragoza, en plaza del carmen o en la vida diaria, quería querer a ese vagabundo fantaseoso.

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