martes, 26 de enero de 2010

La historia de mi otra vida

Aquí estoy de nuevo, azul de la mente, naranja pálido, verde sentido y amarilla del cuerpo, con espasmos de colores, recuerdos invertidos, de quien he sido, no sé, hace tiempo que lo venia pensando: ese mundo de roses y golpes, martillos en la mente que devoran los segundos, quiero que me muerdan y quiero sentir, dicen que no debo, pero lo pienso y eso, es lo peligroso, porque si lo pienso quiere decir que eventualmente lo voy a intentar
Soy morada y tengo miedo, si, miedo con lo que implica sentir, pensar, oler, tener, reconocer y percibir el miedo, sé que el miedo ha estado en mí desde esa noche, (estúpida noche), como sino fuera posible: derritió, amenazó, destruyó, corrompió y cambio el rumbo de mis posibilidades y concepciones como humana, como persona que respira de un modo poco habitual, cambiò mi perspectiva de vida, cambió lo que imaginaba hasta mi concepción del mundo, el karma no existe, ni el jarabe para los tos, ni el cannabis, no existe tantas cosas, es más el mundo es un camino lleno de viajes, unos agotan sus ríos y las miradas de las sustancias, otros vuelan sobre la imagen de la percepción nocturna, y otros no existen porque no los dejan ser. Mi viaje comenzó hace mucho cuando me deje caer y me tope con el piso y el pasto, cuando me daba miedo estar sola, pero me desesperaba porque siempre me ha gustado tener un rato de soledad, en los pies, en las palmas, en mi mejilla, cuando respiro, me gusta convertirme en animal que anda en búsqueda de su silencio, a veces es compartido, y a veces no. Mi viaje es como aquel invierno sòlo que yo no busco la muerte como inspiración, lo que intento encontrar es a mí, a mi historia, y a mi otra vida, quiero dejar de tener miedo, estoy harta y cansada de eso, así como me harte de estar triste. El problema es que yo nunca había sentido un miedo igual
Aquí es lo extraño, yo no sabía que tenía un mundo de miedos en mí, sino que ellos fueron apareciendo solos, extraños individuos que nacían de mí, se postraban en mi mente y en el recuerdo de que fui, de quien se fue, de quien ya no existe, de quien no volverá a estar entres las preguntas habituales, ya no podre preguntarle, que es el aire, que sueñas, como es un tranfer, que es ... tantas cosas, tampoco puede ser un personaje mio, ni mi doble personalidad, es más ya no es la mismo que yo, porque yo ya no soy la misma persona. además de lo obvio de que ya no existe a futuro, solo te queda el pasado.
Lo que mas risa me daba es que yo fui escarbando en mi interior, descubriendo que las risa en mi s abundante, me rió de que cualquier cosa, hasta de mi miedo o de dolor que llevo con un espiral, pero ya no es un dolor, ya no, ahora es la búsqueda de las cosas que perdí por esto.
Aquí estoy de nuevo, en medio de la brisa, en medio de mi viaje, quizás el viaje sea para toda la vida, quizás sólo fue cambiar el rumbo que me perdió y mato lo que era, pero no importa, porque voy en el


pero poco a poco ha ido desapareciendo, se esfuma y yo deseo que se marche que no regrese
Es curioso pensar en ello

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