lunes, 21 de junio de 2010




La niebla cubrió mi rostro, pedacitos de insomnio cortaron la respiración, cerré el pensamiento, ya no me gustan los dulce de zarzamora, ahora prefiero el humor meditabundo, me gusta pensar que los hombre de incienso aún venden humeantes, su mirada de pertenecer a un mundo de situaciones loca, quiero un hombre de especie raras, que le gustaba vagar en el mar y que no entienda de cocodrilos y mamíferos, que solo devore semillas y cacahuetes. Ese hombre construirá el mundo que deseo, un mundo de páginas, jacarandas y girasoles, el mundo de gatos y de bestias, el rumor me despierta y me hace sonreír, quiero gritar con la segunda voz de mi garganta, dice que tengo el pensamiento nublado, ya no entiendo de ortografía y ni de física cuántica, ni de pertenecer al vació, yo digo que los sistemas cambian, no somos lo mismo desde hace veinte años, ni yo respiro como ayer, he dejado de pensar en situaciones peligrosas, tengo miedo, nunca tuve tanto miedo como ahora, confió en capacidad intelectual, pero no en en mi imagen publica
No me gusta lo que soy ahora, trataré de cambiar y volver a ser quien fui, jamas seré la de ayer, poque el mundo me moldeo de una forma que no entendí para qué, solo mi forma de humano desaparecer para ver crecer a un extraña en mi cuerpo de papel, además yo no soy de los que olvidan.

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