jueves, 22 de julio de 2010

No puedo perder la fe, la esperanza vive en mi,

Cuando me disparaste creí que moría, me dio risa tu mirada de muerte y resignación, no puedo morir aunque inyectes con tus labios la realidad antes mis ojos; ahora el viento se llevo mi ansiedad de mujer que anhela un mundo de paraísos oníricos y recuerdos de quien fue el aire en mi vida.
Ahora soy una bala perdida, soy la mujer que anda sin rumbo fijo, la que niega su nombre y su apellido, no porque no entienda el sentido de la vida sino porque mi destino no se condiciona al ritmo de la vida cotidiana. Estaba triste porque veía como la vida de las personas cercanas a mí se iba definiendo de un modo u otro, pero la mía está dispersa, no se le puede observar mucha forma, el ritmo no tiene un sentido aparente, pero alguien me hizo observar ese es el tipo de vida que tú quieres para ti. Quieres vivir en mundo que no te corresponde, porque no quieres resignarte de esa manera.
La verdad no, no pienso que este mal tener hijos, vivir en pareja con alguien, llegar altar con un vestido blanco y un mundo de flores, una casa grande, un perro y un montón de recuerdos, pero no es lo que yo quiero para mí. No es por llevar la contra, que tonto seria llevar mi vida asi un laberinto o un barranco que solo me traerá tristeza o desgracia, solo por hecho hacer las cosas diferentes,
No deseo pasar mi vida así, quizás me condene a la soledad y mi vida deje de encajar con las de mis amigos, familiares, pero aún así quiero vivir de otro modo, como si me contarán el mundo a susurros, poesía mas intencionada, no por llevar la contraria, sino quiero soñar con otras cosas, caminar de otros lugares, sentir de otros modos, conocer el mundo que se abre a mi mirada, deseo que mis sueños se hagan realidad,
Me sentía triste porque aposte todo por ellos, por mi sueños, a eso debo mi inestabilidad económica, que las personas piensen que soy floja, pero mis letras, cuentos, sueños toman una fuerza que antes no había conocido, los sueños que quiero contar nacen de mis manos y viven en mis pensamientos, nadie me puede decir que he perdido, solo cai casi al principio del camino, me caí, y me rompí, pero lo roto no es inservible solo adquiere otro uso, una nueva forma y mi sueño tiene una vereda larga, no es lineal, y muchas de las veces para seguir adelante es necesario las regresiones, los asesinatos, el homicidio y el rumor. Hay que subir con las manos, sentir con todo lo que se pueda, oler al mundo, oír al ruido que por momentos crea la música que me sostiene cuando mis noches ya agotado mis esperanzas comienzan a desaparecer y llegar al final, que aun no está escrito, solo lo conoceré cuando este ahí.
Me quiero ir de san Luis porque haya fuera hay un mundo que espera o al revés que espero conocer