Todos tenemos sueños, a todos nos late el corazón, y se nos mueve la sangre en el cuerpo, y lloramos, o nos sentimos bien, ademas corremos, gritamos, pensamos, viajamos, sentimos... tenemos ratos de soledad y ausencia, o de compañía masiva, o una historia que contar, sobre la lluvia, o el ruido, el viento que por momentos se roba nuestros pensamientos, a todos nos dan ganas de aventar piedras o de volar papalotes como cuando eramos niños, aveces nos da por crecer o otros volver al grito y la inmadurez del instante, y decir grosería o palabras con fuerza, con la respiración que no se detiene, a todos nos gustan besar, abrazar, pegar, gritar, todos tenemos historias en el cuerpo, todos moriremos, algunos sin dolor y sin sentimiento, otros con violencia, algunos más inesperadamente, rápido, sin sentido, y sin dolor. quizás porque somos humanos, aunque no nos pase lo mismo o no lo sintamos de la misma manera, esas cosas pasan tan cotidianas, sencillas y sin explicación, aveces nos sentimos espaciales, o diferentes, o comunes, o felices, pero tenemos fragmentos de recuerdos, no siempre nos acordamos con la linealidad del tiempo, es una mezcla palabras, sin ni siquiera oraciones, o pulsos, o la música que nos dice adiós, aveces solo queremos decir adiós, porque sabemos que es lo más sano y seguro para nosotros, pero hemos pasado tanto tiempo en la seguridad que no sabemos que se siente el peligro o al revés hemos estado en esa filo de perderle todo que estar seguro no es muy fácil de obtener, o en mi caso cuando esperas lo peor de todo, la caída no es tan complicada, duele, pero no tanto, pero mi pregunta es a la vida o a la existencia o quien quiera que se le pregunta cuando estas en situación tan común y repetitiva como la mía, porque, me gustaría saber porque me pasa tanto, igual no me quejo, solo quiero saber si realmente algún día pasara, o que debo hacer para que pase, mi suerte es rara, ni es buena ni es mala, es rara
jueves, 24 de febrero de 2011
sábado, 19 de febrero de 2011
martes, 8 de febrero de 2011
De sombrero, cuerpo y "rompeduras", siempre me considerado un espacio, lleno de ilusiones, ventiscas, papelotes o cometas, hongos, esperanzas y un gran molusco atrapado en un cuerpo sin bacterias, tomo piedras, perdí la cuenta mental de todas las veces que me disparé, es tan divertido como se me fueron las palabras en las batallas que robe de mi universo, ese mundo de piedras, magos y payasos disfrazados de si mismos, aun puedo saborear ese aire grisaseo, ahí me hice adicta a la finura del aire, a la pasades de la mirada, de esa risa que por momento me cuarteba la fragilidad, ahí estaba gritando, soñando que yo podía ser no como yo, como esa mujer que se le fueron los pensamientos entre su risa, mi risa daba miedo en ese entoncen, era un poco tétrica y fuera de lugar, por eso veía esas imágenes que bailaban en mi cabeza, siempre dije cosas desconcertantes y lo peor es que no eran mentiras, siempre han sido ciertas, siempre dibujan un poco la locura que llevo condesada, esa inquietud de no querer eso que todos quieren, no por contreras, ni siquiera por enseñanza, sino porque o no soy así, la soledad se goteaba como una pastilla en la cabeza, quería dejar de sonreír con ironía, y esa soledad que fui construyendo para mi, les comienza a pesar a ellos, no a mi, porque para mi hace mucho que dejo de importar, esta noche tengo esa ansiedad, esa misma sonrisa, si pudiera tomaría mi cuerpo de persona concreta correria a buscar mi necesidad de peligro, porque necesito esa adrenalina no losé, pero la necesito y la quiero, esa sentimiento me hace querer mover al mundo que tengo dentro en muchos mundo, en muchos espacios, por eso esta noche no me voy disparar, no me daré mas golpes mentales, no lo voy hacer, lo que voy hacer es dormíala en una caja que tengo en mi cabeza, ahí la guardo para no hacer mas buenos en mi vida, tengo tantos que mi sonrisa se delinea en mi rostro, esa sonrisa que me asusta a mi, porque me gustaría tener otras emociones, como llorar, gritar, poner cara triste, pero me condicione a solo sonreír. Ahora voy dejar que esa inquietud se encierre de nuevo.
lunes, 7 de febrero de 2011
Hay canciones que he escuchado que siento que dicen mas de lo representan, es como si hablaran sobre nosotros, sobre las cosas que pensamos, sobre los sentimientos, sobre el caminar, sobre eso que no entendemos, esa lluvia que tenemos en la mirada, aquellos ruidos que golpean con fuerza nuestros pensamientos, y luego nos damos cuenta de color de nuestras manos, esas lineas que parecen que alguien dibujo con mesura y con cierto sentido de la estética o a mi me gusta pensar que alguien remendó mis manos en un intento de que me diera cuenta de los detalles, de esa fisuras, que me percatara como es el mundo, que situaciones que no necesitan decirse que solo se saben, esas miradas, ese reconocimiento, ese aroma, y luego me doy cuenta que esas canciones no nacen con palabras y por lo tanto no las necesitan para comunicar algo, sino por el contrario ella las sustituyen, dicen cosas que yo no me atrevo, ese fluir de la piel, esa grito que tengo atrapado en la garganta, ese mundo que tengo en la planta de los pies, ese modo que no puedo tocar pero que esta dentro de mi, esa respiracion que tiene ganas de salir, yo se de algún modo que lo que tengo que decir, esta ahí en la cabeza y no lo puedo decir con palabras sino con el incienso que tiene mil colores, que tiene mil sabores, que tiene tanto de mi y que esta ahí, para salir.
domingo, 6 de febrero de 2011
Ese sonido que me fue agrupando por la piel, ese sonido que me fue derritiendo por dentro, dicen que cuando la realidad se vuelve chiclosa, pastosa y no sabes si caminar o arrodillarte, solo necesitas mirar tu interior, al mio se humedece de ruido y se agrieta de sentirse herido, no saber si caminar por la derecha o seguir el camino que va de bajada, pero los recuerdos tan aparatosos como metálicos se agrupan en sentidos y sensación, dicen que así sucede cuando el cuerpo grita y la mente se dispersa, las canciones que siguen nuestro latido interior nos mostraran que el viento sigue su curso como cuando sonreímos dormidos, lloramos callados, o nos enojamos con esa parte que hace conocer que más hay, que hay detrás del confuso sentimiento.
Ahora me he abandonado a mis recuerdos, y recuerdo que prefiero los frapuchinos al refresco de cola, las galletas a los panes, me acuerdo que algún tiempo sabia hacerla y buñuelos también, los vegetales a los pescados, el sonido agudo ante los encabalgamientos, las piedras al frió, el caminar a los transportes. Mi chico es una bicicleta vieja y roja: se llama Samuel, mis cosas personales tienen nombre, me gusta ese saborcillo que tiene la sangre. Nunca fui tan rapida, esa sensación de las cosas se pueden mover, no quise a las cucarchas aunque estuvieran vivas, me gustan las especies en la comida, los tacos y el sabor a uva en los labios, los lugares cálidos, aunque me encantan las mañanas almendradas y nubladas, sentir el frió viento romper la tibieza de mi rostro, disfruto cuando se empapa mi cabello, el clima de playa me favorece, esos ojos grandes, no, trato de no salir herida, pero me rompí un hueso, y algo más, me pinte las unas rojas de una mano y transparentas de otra, el despertador se me ha perdido, la luna se ve desde la venta de mi nuevo cuarto, no he dormido en mi cama desde que me fui de viaje, me siento mas segura y cómoda ahí, no tengo un lugar definido, anoche soñe con una figura de paja, y con un arbol gris, que tenia ramas delgadas y suaves, extraño caminar, a los gatos que viajan en estrellas, a las ex pos y los vinillos, no me importa que el tinto de caja se esfume en mis labios, me gusta mucho los cuadros y me gustaría mas poderlos tocar, sentir las texturas y los nombres, entre mas singular sea mas atención le podre, pero lo que más extraño ahora no lo puedo hacer ni decir.
Ahora me he abandonado a mis recuerdos, y recuerdo que prefiero los frapuchinos al refresco de cola, las galletas a los panes, me acuerdo que algún tiempo sabia hacerla y buñuelos también, los vegetales a los pescados, el sonido agudo ante los encabalgamientos, las piedras al frió, el caminar a los transportes. Mi chico es una bicicleta vieja y roja: se llama Samuel, mis cosas personales tienen nombre, me gusta ese saborcillo que tiene la sangre. Nunca fui tan rapida, esa sensación de las cosas se pueden mover, no quise a las cucarchas aunque estuvieran vivas, me gustan las especies en la comida, los tacos y el sabor a uva en los labios, los lugares cálidos, aunque me encantan las mañanas almendradas y nubladas, sentir el frió viento romper la tibieza de mi rostro, disfruto cuando se empapa mi cabello, el clima de playa me favorece, esos ojos grandes, no, trato de no salir herida, pero me rompí un hueso, y algo más, me pinte las unas rojas de una mano y transparentas de otra, el despertador se me ha perdido, la luna se ve desde la venta de mi nuevo cuarto, no he dormido en mi cama desde que me fui de viaje, me siento mas segura y cómoda ahí, no tengo un lugar definido, anoche soñe con una figura de paja, y con un arbol gris, que tenia ramas delgadas y suaves, extraño caminar, a los gatos que viajan en estrellas, a las ex pos y los vinillos, no me importa que el tinto de caja se esfume en mis labios, me gusta mucho los cuadros y me gustaría mas poderlos tocar, sentir las texturas y los nombres, entre mas singular sea mas atención le podre, pero lo que más extraño ahora no lo puedo hacer ni decir.
miércoles, 2 de febrero de 2011
Toda mi vida siempre me he sentido fuera de tiempo o de lugar, de espacio, siempre experimento esa sensación de no ir de acuerdo o al ritmo, al sentido que todos perciben, al movimiento del aire, o la brisa del agua, o la búsqueda de que lo todos necesitan, no niego que me gustaría sentir ruido en la panza, o ese latir de tiempo en mi cuerpo, yo no experimento eso, además si solo experimentará eso me quedaría esa sensación de que falta algo más, ese más que me gustaría vivir, además es como si la música que llevo dentro me tenga marcado mi vida con otro sentido o otro ritmo, o con otra intensión. A veces si me da desesperanza como la que experimento ahora en la mirada, esa angustia de preguntarme y yo qué vida, a mi cuando, y me da rabia cuando me dicen que las ´personas como yo sufren mucho, y como son las personas como yo me hacen gritar en interior, que pasa, porque lo que yo necesito se ve tan lejano e inalcanzable, supongo que así es, las estrellas, el infinito conspira con mis intensiones, con mi caminar sobre las piedras, algún día encontraré mi árbol de la vida, las ganas locas de deseo, el mundo de las palabras e imágenes con las que sueño, fuego, serpientes, ratones, espirales, composición,
Porque no llego a tiempo, por que el tiempo esta marcado diferente para mi, no sé porque, siento que mi lugar no esta definido en este mundo en el que me toco vivir, mi forma de entender o de concebir el espacio, siempre me doy cuenta que al tocar la vida con sus pliegues, con su texturas, especies, sus sentimientos no voy de acuerdo a lo que soy, o que estoy en el momento equivocado, en el pero lugar del espacio, de las palabras, de los sentimientos. Siempre llego tarde o antes en la vida de las personas, nunca al tiempo en que me gustaría ser tocada, es curioso, antes tenia una teoría que las cosas llegan en su momento y no es cuestión de esperarlas, pero ahora que lo pienso el ser tan diversa y no tener ese "lugar" o esa compatibilidad con las personas me ha hecho conocer mucho, probar cosas que no son para mi, pero de algún modo me han dejado mucho, no se cuando me llegue mi tiempo, o si alguna vez pueda tener la sincrónica que necesito con el mundo, pero sino por lo menos habré conocido, y hoy ya se que se siente lo que estoy sintiendo, y de algún modo me ha hecho sentir que no soy tan fría como pensaba y que mis puertas o ventanas no están bien cerradas como pensé
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